Seguimos con las pequeñas restauraciones. Es este caso, tras limpiar a fondo la cocina, nos encontramos con el problema, de que tras años de acumulación de grasa, la parte superior de los armarios, al ser de madera, es casi imposible de limpiar.
En casi todas las casas, se utiliza el viejo truco de forrar este hueco con papeles de periodico y sustituirlos de vez en cuando; pero a nosotros se nos ocurrió la idea de taparlo y acabar definitivamente con el problema de la limpieza, ya que el hueco era pequeño y eso lo hacía no aprovechable.
Después de darle muchas vueltas a como hacerlo, ya que el mueble es de madera y el techo de yeso pintado, nos arriesgamos a utilizar poliestireno; es un material que normalmente se utiliza para aislar las casas colocándolo entre las paredes, pero ofrece dos ventajas: cada pieza cuesta solo 1,45 € y se corta fácilmente con un cutter.
Este era el aspecto inicial de la parte superior de los muebles de la cocina:
Para pegar el poliestireno, hay que utilizar pegamento de contacto especial para este producto, ya que si se utiliza uno normal, lo que sucede es que este quema y se deshace; el precio de un kilo de este pegamento es de unos 6 €, más dos placas de poliestireno, el total de materiales fue de 8,90 €; un precio muy bajo, que nos ahorrará muchas horas de limpieza.
El primer paso es cortar las tiras de poliestireno, ayudados de un cutter y una escuadra, haciendo ingletes en las partes que coincidirán con las esquinas, para que las piezas encajen bien.
Vamos colocando el pegamento de contacto sobre el poliestireno, la parte superior de armario y el techo; esperamos a que esté seco, para que actue bien el pegamento y colocamos las piezas.
Con paciencia, vamos cerrando toda la parte superior del mueble.
Una vez pegadas todas las piezas, habrá que rejuntear las uniones de éstas, para que todo el trabajo quede liso, y más tarde aplicar la pintura; en este caso utilizamos masilla de rellenar grietas de pared, pero teniendo en cuenta que tiene que ser plástica, para que tenga un buen agarre con el poliestireno.
Aplicamos la masilla en todas las juntas, esquinas y huecos que puedan quedar, lijando a continuación cuando esta esté seca.
El último paso es pintar las piezas colocadas, junto con el techo, para que quede todo homogeneo y del mismo color.
Y este es el resultado final. El armario queda totalmente sellado y no hará falta limpiar nunca más el hueco que antes existía. Ahora queda pintar los armarios de la cocina, pero eso será otra nueva entrada de nuestro blog.
Zoila&Juan
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